26 de enero de 2012

Il y a

Porque me pediste la traducción de la canción de mi entrada anterior, aquí tienes Zaida. Es un poco libre, no creo que te moleste.

El cielo está lleno de pájaros,
el jardín, de flores
y en la calle Francoeur,
Roger, el frutero,
tiene en cada estación
cajas de champiñones.
 Los hay coronados
como reinas en pie.
Hay carteros
que pedalean lento,
cierto que pesan mucho
las cartas de amor.
Hay generales
con patas de palo, mancos,
a veces sucede,
pero no es frecuente.

Hay, hay, hay todo eso,
y en medio de todo,
fíjate, estoy yo.

Hay peces bien gordos
para los anzuelos.
Más vale ser pequeño
para nadar toda tu vida.
También hay bueyes
con ojos muy grandes
a los que incordan 
moscas muy nerviosas.
Hay pianos,
pero como algunos desafinan,
vale más para las canciones
tocar el acordeón.
Hay zapatos
que no quieren bailar
hay que remplazarlos
por zapatos de charol.

Hay, hay, hay todo eso,
y en medio de todo,
fíjate, estoy yo.

Hay en la ópera
gente que tiene voz
y cuando lazan un agudo
rompen los cristales.
Y yo en mi balcón
tengo mi público de palomas,
pero salen volando,
solo tengo dos notas rotas.
Pero para pobres y ricos
hay fuegos artificiales
y te sientes guardián
del orden republicano.
Tengo debajo del tejado
mi pequeño hogar,
si quieres subir,
cuanto nos amaremos.

Hay, hay, hay todo eso,
pero más arriba aún,
estoy yo esperándote.



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