18 de abril de 2010

Pues disonancias

Empieza el concierto, 22:33 por mi reloj del móvil. Nacho, Gevorg, Cuca y Nati van poniendo sus arcos y suenan las primeras notas del cuarteto KV 465. Nunca había oído (no soy yo de cuartetos de Mozart, la verdad) esta obra salvo algún fragmento del comienzo, porque es aquí donde el profesor da su charla de lo místico, de lo enigmático, de lo disonante que es el comienzo de esta pieza.

Cuando llegaron al menuetto, a esa pequeña coda, mi asombro fue tan grande que los pelos se me pusieron de punta, "esto lo conozco yo, no puede ser que..."

Cuando era chico, estamos hablando de que mi edad no superaba los 7 u 8 años, tenía un jueguecito biográfico de Mozart para ordenador, para Mac, era una demo; recuerdo que era un Cd donde venían muchos programas. Pues volviendo al Mozart, la música que se escuchaba de introducción al juego era un trocito que me encantó, (era tanto lo que me gustaba que abría y cerraba el programa para escucharlo) también había otro, pero ese averigüé que se trataba de la sinfonía nº 15. Me quedaba por reconocer el otro fragmento. Por supuesto que dejé de insitir. La melodía quedó sin identificar, sin clasificar, como un caso sin solución.

12 años han tenido que pasar para que vuelva abrir la carpeta y diga: tu para la C de cuartetos, sección Mozart.



Algo así sólo podría ocurrir en la OJA...